Wednesday, October 11, 2006







También vivimos aquí

Intervención pública. Plaza tirso de Molina, Madrid. Paulo Aillapán, 2006.

También vivimos aquí, consistió en una intervención en la Plaza Tirso de Molina. Mediante textos adheridos a los paraderos de autobuses, se incentivaba al vecino y al transeúnte a reflexionar sobre la realidad de los indigentes que han habitado la plaza y que producto de las obras y del futuro proyecto de El Mercado de las Flores y la remodelación del lugar, han sufrido las consecuencias de la estrechez de espacio y de las dificultades para realizar su vida diaria. Los textos utilizados fueron las propias palabras de las autoridades que hacen mención al problema y que se publicaron en los periódicos, como lo expresado por la Concejal de Medio Ambiente, quien señaló "que los marginales que ahora pululan por la plaza buscarán otro entorno con menos vida”. Junto a estos textos, se situó el de Peter Marcuse en la marquesina donde solían sentarse los indigentes: "la falta de hogar existe no porque no funcione el sistema, sino porque esa es la forma en que el sistema funciona".

El proyecto También vivimos aquí hace hincapié en el hecho de que es necesario cuestionar la imagen del indigente (de la persona sin hogar y del yonqui) como una irrupción en la normalidad del orden urbano, con el fin de reconocer que esta figura apunta al verdadero carácter de la ciudad, y no, como nos subrayan las autoridades, a un elemento social que perturba y sobra: los "indeseables".


PUEDE QUE NO TENGAMOS HOGAR, PERO SÍ QUE EXISTIMOS Y TAMBIÉN VIVIMOS AQUÍ.

POTSER NO TENIM UN SOSTRE, PERÒ SI QUE TENIM NOMS I ÉS AQUÍ ON VIVIM.

WE MAY NOT HAVE HOMES, BUT WE DO HAVE NAMES AND WE LIVE HERE TOO.

ON A PEUT-ETRE PAS DE TOIT MAIS NOUS AVONS UN NOM ET NOUS VIVONS ICI.

PUÒ DARSI CHE NON ABBIAMO CASA, MA ESISTIAMO E PURE VIVIAMO QUI.

NÓS PODEMOS NÃO TER CASAS, MAS TEMOS NOMES E TAMBÉM VIVEMOS AQUÍ.

OBWOHL WIR KEIN ZUHAUSE HABEN, HABEN WIR NAMEN UND LEBEN AUCH HIER.

WE MOGEN DAN GEEN HUIZEN HEBBEN, MAAR WE HEBBEN NAMEN EN WE LEVEN HIER OOK.


...un poco más sobre el proyecto.

El Ayuntamiento de Madrid ha puesto en marcha unas obras de recuperación medioambiental de la Plaza Tirso de Molina (distrito centro de la capital), donde será ubicado el Mercado de las Flores. Para el proyecto de remodelación cuenta con un presupuesto de unos 2,3 millones de euros aproximadamente, más unos 700.000 euros más para los puestos de flores. El mercado contará con 14 sitios, (ampliables a 20), los que han sido diseñados por el estudio de Arquitectura Galán Lubsacher Arquitectos, ganador del concurso de ideas convocado por la Casa de la Villa (del Ayuntamiento de Madrid). Además, el proyecto incluye la remodelación de aceras y calzadas de la plaza y calles aledañas. Se prevé que los trabajos estén terminados hacia julio de 2006.

Cristina Expósito en Madridiario comenta que el objetivo del proyecto es recuperar la plaza, pero ¿para quién?, cuando refiere a que el fin es volver a hacer “nuestro” este espacio ¿es que la plaza ha sido utilizada por personas a quienes no les correspondía su uso? Para responder de quienes hay que recuperar la plaza se refiere al uso tradicional de este espacio por indigentes, sumado al intenso tráfico, elementos que han convertido el espacio de la plaza en “…un lugar degradado y poco disfrutado por los vecinos del distrito Centro y los visitantes”. (Expósito, Cristina. Madridiario. 13 abril 2005).

Pero, ¿tienen menos derecho de uso o de habitar la plaza los indigentes (gente sin hogar y yonquis) que vivían normalmente en ese lugar?

Lo que viene a decirnos Madridiario es que aquello que se decreta como espacio público –la plaza- está siendo defendido por sus poseedores naturales, unos vecinos y visitantes, gente que la utilizaría de la manera “correcta”. Así mismo se expresa Daniel Gil del diario 20 minutos, quien comenta que el proyecto “…pretende rehabilitar uno de los puntos más degradados por la droga y la delincuencia del centro de Madrid”. (Daniel Gil. 20 minutos. 14 abril 2005). Lo que Madridiario y 20 minutos se empeñan en explicar es que existe un público amigo del parque, que representa el uso adecuado de la plaza y que habría de restituir la armonía original del espacio público; y los enemigos son las personas sin hogar y yonquis, que degradan ese espacio, distorsionando la armonía que la plaza debería tener. De igual manera se expresa S. Alcaide del diario El País quien exponía que con el futuro Mercado de Flores el ayuntamiento pretende “…darle un lavado de cara a la plaza de Tirso de Molina”(Alcaide, S. El País. 14 de abril de 2005).

Se representa al indigente como un intruso en el espacio público, incluso más, como un elemento degradador. Se construye la figura ideológica del indigente, del sin hogar o del yonqui como una imagen negativa, donde su expulsión es sinónimo de una restauración positiva de la actividad y el orden en la plaza.

Como propone Marta Rosler, la ciudad no es sino la imagen de la realidad económica de la sociedad que la ha producido. En este sentido las autoridades se empeñan en convertir la plaza en un símbolo del avance en la lucha por restaurar el “espacio público”, al respecto el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, ha dicho que espera que la plaza se convierta en un elemento identificador de la ciudad, y propone el proyecto como uno de los planes con “más capacidad de transformación del centro de Madrid”. Pero, ¿un proyecto como el Mercado de las Flores y la remodelación de la plaza defiende el carácter público de este lugar?, ¿en qué se apoya esta transformación, y a quienes identifica como beneficiarios? Rosalyn Deutsche comentaba al respecto refiriéndose a la realidad estadounidense de los 80’s y 90’s, en lo que denomina la calidad de vida urbana, “…una frase que en su uso dominante expresa una profunda antipatía hacia los derechos y el pluralismo. Formulada en singular, la calidad de vida supone la existencia de un genérico habitante de la ciudad que equivale a el público: una identidad que, en efecto, la propia frase inventa. La universalidad de este residente urbano queda en entredicho cuando caemos en la cuenta de que quienes hacen campaña a favor de una mejora en la calidad de vida no defienden por igual todas las instituciones”. (Deutsche, Rosalyn. Agorafobia).

Siguiendo las reflexiones de Rosalyn Deutsche, el espacio social se estructura alrededor de una imposibilidad y se desarrolla por causa de antagonismos, al representar el espacio como una unidad orgánica es que se percibe a las personas sin hogar como una invasión desestabilizadora, un elemento que frustra las posibilidades de que la sociedad alcance su coherencia, un elemento cuya eliminación podría restituir el orden social. “La persona sin hogar encarna la fantasía de un espacio urbano unificado que puede –debe- ser recuperado”. (Deutsche, Rosalyn. Agorafobia). La Consejal de Medio Ambiente ha respondido que espera que los indigentes se vayan a otro lugar: “…buscarán otro entorno con menos vida”(El País, 14 de abril 2005).


http://plaza-publica-movil.blogspot.com

http://espacio-sin-publicidad.blogspot.com

http://arquitectura-movil.blogspot.com

http://usted-esta-aqui-.blogspot.com

http://zona-de-juego.blogspot.com

1 Comments:

Blogger Roberto Urbano said...

os aconsejo que veais el video de oh brother

3:57 AM  

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